La Declaración DIGNITAS INFINITA recoge los principios básicos de la doctrina social de la Iglesia sobre la dignidad humana, sobre el valor inconmensurable del hombre. A este objetivo le dedica tres de los cuatro apartados. Por desgracia, la cultura actual propone puntos de vista, formas de vida, leyes, contenidos educativos… que contradicen la dignidad humana. Por eso, sería una pena dejar pasar esta oportunidad para alertar a la propia conciencia. El último apartado subraya algunas violaciones de la dignidad humana que están presentes en el mundo, no tanto porque no sean conocidas, son causa de noticia a diario, sino para despertar la sensibilidad de cada cristiano y no nos acostumbremos ante el avance del mal. Y movernos a hacer algo más de lo que ya hacemos, siguiendo la enseñanza de san Pablo: “No te dejes vencer por el mal, antes bien vence al mal con el bien” (Romanos 12, 21), con la ayuda de Dios.
Presento algunas ideas, dice Alberto García-Mina Freire, que ojalá se traduzcan en líneas para la acción, siendo la primera la lectura atenta de Dignitas infinita,